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Clasificación de las aves de Combate.
¿Gallos “Occidentales y Orientales”? Un error de ordenamiento que lleva años.
Siempre se ha pensado que sistematizar racionalmente a los gallos y agruparlos en familias, linajes, castas o ramas es una tarea difícil. Honestamente, a riesgo de que se me catalogue de presuntuoso no lo creo así.
Creo que para lograr un entendimiento, debemos separar dos cuestiones; pues si las tratamos en forma conjunta, es imposible conciliar posturas.
No se descarta asimismo, la influencia de los otros gallos salvajes. Tratando el punto 2°, veremos lo que se ha intentado para sistematizar. ALGUNAS CLASIFICACIONES QUE SE HAN ENSAYADO A) RAZAS LIVIANAS Y PESADAS. El ordenamiento en razas livianas y pesadas está fuera de la realidad: morfológicamente (por su forma exteior) un Aseel Rajah Murgh es diametralmente opuesto a un Irlandés de Gaff, aunque ambos sean de idéntico peso. Así también, un Malayo de combate puede tener igual peso que un gallo Francés o Belga y serán absolutamente disímiles en forma, plumaje, estilo de combate y armas usadas. Indudablemente no se puede usar este sistema para agrupar a las distintas ramas de gallos. B) GALLOS DE PICO Y GALLOS DE ESPUELA. Este procedimiento o sistematización adoptado en Méjico (como líder del gallerismo literario y científico de una gran porción de América) tiene un inconveniente grave. Es un término usado localmente y no resulta comprensible para todos los criadores de gallos de pelea. Es indudable que para entendernos hay que adoptar un lenguaje técnico y que sea universal. Cuanto más, si muchas de las publicaciones de este país hermano, por su categoría y aceptación recorren el globo, (la prueba es que en mi país, casi al fin del mundo, me llega puntualmente Tecno Gallero y hasta puedo escribir algunos pensamientos en esa prestigiosa enciclopedia). Es seguro que cualquier persona que vea esta clasificación, y no esté en contacto con gente con influencia de Méjico, deducirá: que los gallos “de pico” son los que en la lucha, utilizan en forma preponderante el pico: en cambio los gallos “de espuela”, serán aquellos, dominantemente voladores y certeros con las armas. C) CLASIFICACION POR SU PAIS DE ORIGEN. Adolece del defecto de crear un ordenamiento con fisuras, pues no contempla todas las posibilidades raciales de los gallos combatientes de un determinado país. Así un Shamo de 8 a 11 libras: gallo de combate de Japón evidentemente “Malayoide” al igual que los gallos gigantes de Tailandia (Siam = a Shamo) son absolutamente distintos en forma, carácter y estilo, a un Satsuma o “Gallo Bayoneta”, que evidencia un gran porcentaje de sangre Sumatra y se pelea con navajas. Sin embargo, ambos son de las más antiguas familias de aves combatientes de Japón. Algo similar ocurre en Méjico, en donde conviven gallos poco aptos para navajas de varias longitudes, espuelas naturales, cuarto de ronda, puón Argentino, y agujas o punzones también de distintas medidas; muchos de ellos, de viejas cepas del país, pero muchos también importados recientemente de Brasil, Argentina, Estados Unidos, España, Francia, Bélgica y aún de Japón e India. Todos aptos para distinto tipo de armas. Si nos preguntamos, cuál es el gallo Mejicano, el interrogante quedará sin respuesta. Por cierto que al no poder responder a esta pregunta, la clasificación por país de orígen, deja sus brechas, como antes lo sostuve. D) CLASIFICACION POR EL ESTILO DE PELEA. Esta clasificación, traerá más confusiones que aclaraciones. Voy a hablar de las razas Malayoides que son las que han convivido conmigo por 30 años y que más comprendo: puedo asegurar que un Shamo, un Malayo y un Aseel Rajah Murgh, todos por supuesto de buen orígen y seleccionados para el combate, posiblemente tengan un estilo de pelea casi idéntico: “pecho con pecho, tratando de doblegar al contrario con su fuerza y aprovechando cualquier descuido del rival que lo deje alzar las patas para asestar su golpe. Aunque son de gran agresividad y acometividad no tiran embestidas al azar; los más avezados, no gastan energías y hasta se diría que “toman puntería” antes de levantar vuelo. Y estamos hablando si, de Malayoides como una “gran familia”, pero todos de distintos países y con una diferencia de morfología, y sobre todo de peso, que puede llegar entre el más leve al más pesado a unas 10 libras. Empero, siendo el estilo de pelea descrito, el ideal y más común, no es el único. Así hay Malayoides, que son “frenteros”, es decir, que frente a frente, sin otro recurso que su gran calidad, dan y reciben los golpes. Hay otros que llamamos “salidores”, que corren adentro de la valla hasta que el rival deja de perseguirlos y entonces vuelven y atacan casi siempre con tiros de revuelo, es decir, sin afirmarse con el pico. Y habrá otras varias modalidades de combate, según los individuos, aún dentro de una misma raza. Es posible entonces, que si clasificamos por estilo de lucha, describamos a las aves que poseen el modo que consideramos ejemplar, pero no el que agrupe realmente a todo un tronco de los gallos de combate. Aunque no tengo igual experiencia en gallos Bankivoides, pues de esta rama sólo crío Combatientes Españoles, estoy seguro, que la situación es idéntica o al menos similar. E) CLASIFICACION POR EL ARMA USADA. Creo que este método no sirve en primera instancia, y sí para hacer un subclasificación, una vez que se hayan separado los grupos más grandes. Y no sirve en primera instancia, porque según las costumbres se colocarán las distintas armas. Así, siempre hemos pensado que los Aseel, han sido gallos para combatirlos sin espuelas, varios días, o al menos con espuelas naturales. Sin embargo, hace poco recibo la noticia de fuente idubitable, de que en algunas localidades de India los están peleando con armas mucho más agresivas, incluso navajas. Entonces si agrupamos a los Aseel, en luchadores de talón desnudo (llamamos así a la espuela natural), o sin armas, veremos que hay excepciones que hacen inviable el método. F) GALLOS ORIENTALES Y OCCIDENTALES O CAUCASICOS. Esta división, por cierto desacertada, es la que menos sentido tiene y por desgracia es la más usada mundialmente. Digo que no tiene explicación, porque la usan verdaderos estudiosos, escritores de artículos y libros importantes. Y lo extraño, es que saben que la clasificación no es correcta, porque se contradice con sus conocimientos. Es errada, porque los mal llamados occidentales o caucásicos, que todos estos autores usan como sinónimo de largas alas, abundante plumaje tipo Inglés o Español son tan orientales en su nacimiento, como los Shamos, Malayos o Aseel. Lo curioso es que en todos los buenos libros, en las primeras páginas hacen referencia al origen de los gallos, citando al Gallus Bankiva o a su primo el Gallus Gallus Gallus de Siam, ambos originarios de oriente. Sin embargo, adoptan en las siguientes páginas la división arriba citada y occidentalizan a las razas parecidas al Bankiva. ORIGEN DE LA CONFUSION: Supongo que el origen del error ha sido la circunstancia de que en Europa, hasta tardíamente no se conoció, el Malayo o los Malayoides, mientras que, desde mucho antes eran comunes los orientales Bankivoides (es posible que se conocieran también gallos más grandes, de abundante pluma, de origen chino o hindú, recordemos las conquistas de Alejandro Magno y los viajes de los Polo y de su hijo Marco Polo, que por el 1200 había visitado el norte y sur de China, India y hasta Sumatra). Así los Cochinchinas, Brahama, etc. Todas de gran peso, abundante plumaje, pero no luchadores. Y al decir Europa, creo que principalmente deberíamos referirnos a Inglaterra, porque las importaciones de India, seguramente llegaron primordialmente a ese reino, y por otro lado, los ingleses, han sido siempre investigadores científicos y escritores. Y es altamente posible, que la gente del medio rural y aún de las ciudades, ante la falta de la información que hoy poseemos, tuviera a los Bankivoides, (un prototipo es el Español o el Inglés) como “oriundos de la zona”, ya que por incontables generaciones, el hombre europeo, convivió con este tipo de aves, para consumo o para pelea. Al irrumpir a mediados o casi a fin de 1800, los pesados Malayos u Aseel, tan distintos a los gallos conocidos, que de mayor o menor peso, eran de abundante plumaje, no se encontró mejor forma para diferenciarlos, que tachar a unos de “occidentales” (los conocidos) y de “orientales” a los nuevos. En otras palabras: tengo el convencimiento de que los gallos semejantes al Gallus Gallus, más conocidos por el nombre de su pariente cercano Gallus Bankiva, mal llamados Caucásicos u Occidentales, fueron populares en occidente, varios siglos antes que los Malayoides, y como de éstos últimos se sabía el origen, por su reciente introducción desde la India, se les llamó Orientales, sólo para diversificarlos de los gallos, que ya estaban en Europa, sin que nadie supiera o se interesara por la procedencia de estos gallos “europeos” tan corrientes y vistos a diario. Aunque no sepamos ciertamente en que dosis intervinieron cada una de las especies salvajes que aún nos resultan familiares, en la conformación de las actuales cepas domésticas, lo que sí es cierto es que:
No es correcta la división de las razas de gallos en “orientales” como sinónimo de malayoides y “caucásicos” u “occidentales” como equiparable a los descendientes del Gallus Gallus, más conocido por su subespecie Gallus Bankiva. Todos son orientales, en su origen, a pesar de que los últimos hayan sido introducidos en Europa con anterioridad a los malayoides. LA SOLUCION:
A) BANKIVOIDES. a.1. Old English Game – Irish Game y sus derivados puros o cruzados: Estirpes de Estados Unidos, y gallos de navaja Mejicanos, Peruanos y Filipinos entre otros. a.2. Combatiente Español Continental: Llamado también impropiamente “Jerezano” y sus derivados puros o cruzados: Cubano, Mejicano, Colombiano, Portorriqueño, Panameño, Chileno, Filipino y otros. a.3. Combatiente Español Insular: Canario. a.4. Gallos Franceses: Grand Combattant du Nord y Pequeño Combatiente. a.5. Gallos Belgas antiguos: Flamencos o Flamand – Bleu de Bruges – Combattant du Liege. B) MALAYOIDES. b.1. Malayo: Llamado en India Kulm y sus derivados: Kikilia de Ceilán, gigante Siamés y similares de Camboya y Laos. Malgache o “Pescuezo Pelado” de Madagascar. b.2. Aseel pequeño: (hasta 5 lbs.) o “Rajah Murgh”: también criados en occidente: Inglaterra, Argentina, Estados Unidos y Canadá como Rajah Murgh, Atkinson, Floyd, etc. b.3. Aseel mediano: (hasta 8 lbs.) “Calcuta o Raiza” y cepas derivadas: combatientes de la isla de Reunión, Irán, Persia, Turquía, Afganistán y otros. b.4. Aseel grande: (desde 8 a 12 lbs.) del Norte de India (dos variantes: tradicional y longilínea) y del Sur de India, llamado “Kulang”. b.5. Gallos de Puón: aptos también para púa natural corta o =Taloneros Desnudos” de Argentina, Brasil, Bolivia y Uruguay (peso de 4 a 6 lbs.) b.6. Shamos: gallos combatientes de Japón: El Ainoku o cruzado, linajes medianos y variedades pequeñas: Nankin -–Yamato – Kinpa – Tuzo, etc. b.7. Gallos de China: Tai Wan y variedades. C) SUMATROIDES. c.1. Combatiente de Sumatra. c.2. Cubalaya (Hay quienes sostienen que ya no son de combate). c.3. Satsuma para navaja (Japón). FINALIZO MI PROPUESTA CON TEMOR – PERO CON ESPERANZA. Aunque nadie es dueño absoluto de la verdad, en materia de gallos, nada es más cierto para mi que, llamar a los Bankivoides “Occidentales” es un error, que el tiempo y la costumbre de su uso, no lo convierte en correcto. Mi temor se base en que, desde hace muchos años, en casi toda la bibliografía que he leído; los más preparados estudiosos del Gallo de Combate, usan con naturalidad, la división “Oriental y Occidental”, como si estuviera fuera de toda discusión. Estoy seguro que todos saben que en sus principios y sin excepción los gallos fueron “Orientales”, sin embargo, es tal la fuerza de la rutina, que no reflexionan sobre el cambio de postura y siguen identificando a la gran rama de los “voladores” como “Occidentales”. O sea, que ... Ud. tiene razón ... pero “marche preso”... Reconozco que es difícil, cambiar de vocabulario, y cuánto más, si el término que usamos, es comprendido y aceptado por una gran mayoría, aunque no refleje una verdad histórica ni científica. Es que han pasado muchos años ... sin embargo, por muchos más se creyó que la tierra era plana ... y si bien costó tiempo y sacrificios, hoy sabemos que lo que fue la verdad de siglos, la ciencia lo transformó en un error grosero. Ciertamente, es deseable, que la incorrección que señalo, halle rectificación, en menor tiempo que la teoría de la “Tierra Plana”. Y si algún compañero de Méjico (tocado por la mano de Dios, por sus publicaciones y escritores) o de cualquier otro país, puede convencerme de mi equivocación, le ruego que me lo haga saber, así en el futuro, no molesto a mis compinches aficionados a los gallos, ni me fastidio yo, cuando leo lo de ... “Occidentales”.
¡¡¡Quizás me convenza de mi desacierto, humildemente, acepte el yerro y comience a criar “Occidentales”.!!! |