Los que saben dicen que el hombre capaz de domar su mente y amigarse con su alma, va en camino de convertirse en un hombre sabio. Otros aseguran que hay hombres pletóricos de información pero escasos de sabiduría, esta última afirmación, la que me parece bastante sensata, más de una vez anda revoloteando en nuestro pequeño mundo, el mundo del gallo de riña.
Generalmente el gallero bien informado despierta la atención de los colegas, mientras que el otro, profundo conocedor de lo esencial, la más de las veces, hombre de pocas palabras, recatado, suele pasar desapercibido para la mayoría de los cultores de nuestro deporte.
Después de renegar durante años con nuestros benditos gallos, uno termina dándose cuenta que el mayor capital que tiene un gallero no son sus gallos, sino su conocimiento profundo, vamos a evitar utilizar la palabra sabiduría, me parece una exageración, el gallero que conoce, puede perder todos sus animales, un hecho que para otros puede resultar una pequeña tragedia, para él, sólo será una circunstancia que suele darse en la vida de un gallero y con toda calma comenzará a reconstruir su plantel. Y póngale la firma, que en un corto plazo estará a la altura del mejor.
Tiene muy claro qué animales quiere criar y a quienes tiene que recurrir, se ríe de los avisos rimbombantes, de las historias interesadas y sobre todo de las verdades a media, que confunden más de los que aclaran.
Cuando hablamos de conocimiento profundo no sólo nos estamos refiriendo al criador sino |
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también a quien compra animales para competir, a quien se dedica a la cuida y porque no, al que sólo se dedica a apostar.
En nuestro deporte, donde todo es un gran revoltijo, si no se aprende a separar la paja del trigo, viviremos haciendo cagadas.
En la cría del caballo pura sangre de carrera hay un tema que viene marchando a paso firme, el tema en cuestión es demasiado importante, aún para los criadores de gallos finos, como para no ponerlo en consideración, el asunto tiene que ver con un factor no genético que viene teniendo una influencia altamente negativa en la fortaleza de la raza.
En octubre del año 2009, el diario La Nación publicó una nota donde queda de manifiesto la preocupación de las organizaciones que nuclean a los criadores de caballos de carrera. Estos están tomando conciencia de que la utilización de determinada medicación está atentando contra la fortaleza de la raza.
El reconocido veterinario Ignacio Pavlovsky, dice: “Tenemos que meternos en la cabeza que hay que eliminar las medicaciones. Antes de que se permitieran muchas de las sustancias que hoy se emplean, la raza era más fuerte, es necesario seleccionar como antes, ahora estamos usando caballos medicados y eso va disminuyendo la capacidad de la raza, la cantidad de caballos con lesiones crece.”
Ignacio Pavlovsky señaló que un estudio publicado en el último |
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encuentro de la IFHA (Federación Internacional de Autoridades de Carreras)reveló que hasta hace unos años los caballos competían en veintidos (22) carreras de promedio en su vida, mientras que en la actualidad esa media bajó a cuatro (4) ó cinco (5) pruebas por caballo.
Pavlovsky citó el caso de Alemania, que prohibió que animales que habían competido medicados ingresaran a la reproducción, lo que propició que nacieran allí los caballos más sanos de Europa.
El entrenador francés André Fabre, uno de los más ganadores en los últimos treinta años en el viejo continente, suele sentenciar: “Los caballos alemanes son de piedra”.
Entre los primeros medicamentos a eliminar se cuentan los vasodilatadores y los anabólicos, sustancias utilizadas por algunos aficionados al gallo de riña.
El reconocido criador de gallos Hugh Norman, solía decir que los gallos de crianza y los gallos para el reñidero no son lo mismo, jamás peleaba un gallo de crianza ni ponía a padrear un gallo de combate, y tan mal no le fue.
Los que criamos gallos no deberíamos desestimar estas experiencias, tenemos sabido que hay excepciones, pero no cuesta nada estar atentos.
Dicen que el éxito cambia de dueño sin avisarle a nadie, en una de esas ¿Quien le dice?.
Hasta la próxima.
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