LA EVOLUCION DEL GALLO ARGENTINO
Por Pedro Suarez (Gentileza de la Revista Argentina “Tradición Gallera”
He tenido el privilegio de haber visitado éste bello país en varias ocasiones e,
inclusive, viví en Buenos Aires desde 1985 hasta 1988. Durante esos años
representé en la Argentina a la revista gallística “Canta Claro” la cual mediante
mi gestión dio a conocer al destacado criador de Bella Vista Juan Carlos
Cossani, el mejor criador de los años 1980 hasta 1990.
Gracias a Juan Carlos Fernandez gran amido q.e.p.d. y excelente criador
conocí a la crema y nata de los criadores argentinos y con él participé como
espectador en los torneos de Bella Vista, Río Tercero y Misiones, publicando
estas reseñas en la revista mexicana. En la actualidad, soy de la opinión que el
gallo argentino es muy superior al de Brasil, pues, es más valiente y de mucha
púa aunque el gallo brasileño es más habilidoso. Acá en la Argentina se han
importado gallos de Japón y de sus islas adyacentes pero no lo divulgan pues
son reservados, mientras el brasileño es más extrovertido y comerciante.
Efectivamente, los brasileños tuvieron buenas crías y en especial Joao Veppo y
su hermano, Arnaldo, Ballesteros y N. Dutra exceptuando éste último, los
anteriores importaron gallos gigantes que son para comer.
Esto me consta pues ellos trataron de comprar gallos y gallinas que vendieron
a Bolivia a precios increíbles. Sin embargo los bolivianos no les vendieron su
descendencia, quizá les regalaron dos o tres pollas. Esto ocurrió en Santa Cruz
y Trinidad.
Hoy en la actualidad existen gallos japoneses en Bs. As. De Shishiro Koyama
cuyos huevos fueron enviados al Sr. Fernández (q.e.p.d.) por el Dr. N. Dutra de
Puerto Alegre. También yo he enviado Nankinde China y Tuzoz y de éstos
últimos enviaré una pareja blanca de una islita cerca de Japón.
En la actualidad soy de la opinión que los mejores gallos japoneses puros
están en las manos de Miguel A. Fernández el cual no los vende, sin embargo
los obsequia a sus verdad
eros amigos como en el caso de José Mesías que
tiene de lo mejor de Fernández.
Yo soy de la opinión que después de Japón los mejores gallos están en
Tailandia que es la misma raza, al igual que Laos, Camboya, Vietnam y Korea,
e inclusive China en el puerto de Nankin, sin olvidarnos del gallo negro Chan
de la India y el pequeño Sonotawal especial por su tamaño chico para cruzar
con el japonés.
Sí existen gallos buenos en Brasil, pero hay que dar con el criador que
practique la genética y no son muchos que digamos, sigamos adelante para
que podamos decir “EL GALLO ARGENTINO ES EL MEJOR”.
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LA INFLUENCIA DEL GALLO BRASILEÑO
EN LA GALLISTICA ARGENTINA
Por Néstor Guerrero (Bs. As.)
Gentileza de la Revista Argentina “Tradición Gallera”
Nos alarmó recientemente una información en el sentido de que había ocurrido en Río de Janeiro un allanamiento con la detención de los galleros prominentes de Brasil.
Me temo que éste lamentable suceso repercutirá en el crecimiento de la gallística argentina. Los galleros locales estamos unidos y veo que a pesar del tiempo transcurrido seguimos dependientes de los adelantos que alcanza Brasil en materia de “galos de briga”.
Una vez cenando con el gallero Evandro Ballesteros (Toulón) me decía lo mucho que la gallística brasileña le debía a José Daniel Tosi y a Francisco de Paula Elía, ya que con los contactos que éstos tenían a través del mundo les posibilitaban la ubicación de productos de alta jerarquía que después de importados, los descendientes llegaban a distintos rincones de la extensa geografía brasileña.
Soy testigo de ese traslado de sangre, que luego llegaron a la Argentina gracias a la intervención de grandes criadores y formadores de crías con nombres propios, como fueron Joao Veppo, de Porto Alegre; Carlitos Rocha de San Leopoldo; Pedro Chávez, de Paraná; Gúa y Arnaldo Hettiwer de Porto Lucena y, en menor medida, Harry Heinze de Santa Rosa; Dr. Lauro de Oliveira de Uruguayana; Dr. José Luis Rosignolo, de Rosario do Sul; Chandico padre, de Porto Alegre y los grandes criadores de Santa Catarina como también los de Horizontina.
Con estos criadores del Brasil sureño pudimos conocer, entre otros, a los gallos “pitangas”, “fuera de serie”, “mosquitos”, “bucheros”, “dominó”, “cola blanca”, “pan sobao”, “toros blancos”, “piraju”: todos con nombre e historia propias que brillaron en los reñideros de ambos países. |