LOS PRINCIPIANTES

Por: Frank Shy “Narragansett” para la Revista mexicana Pie de Cria

Los principiantes de hoy son los veteranos de mañana. Que ninguno de nosotros, los galleros antiguos, miremos con desdén al joven que ha soltado su primer gallo. En pocos años, menos de los que la mayoría de nosotros admitimos, este mismo joven podrá llegar a vencernos fácilmente.
A menudo pienso en un joven amigo, que apenas se había graduado de la escuela de medicina. El tenía la apariencia de ser aún más joven de los que era. Cuando él dijo a una de nuestras amigas que iba a ser doctor, ella exclamó en forma muy poco diplomática: ”¡Cielos!, yo no quisiera que alguien tan joven como tú se encargara de mi salud”.
El respondió con una sabiduría más allá de sus años. “Señora, todos los doctores fueron alguna vez jóvenes”. Hoy, treinta años después, este mismo doctor es un famoso cirujano, reconocido mundialmente
Aquí hay una lección para todos. Nosotros, los viejos, no debemos adoptar una actitud de “sabelotodo” y rehusar aprender. El principiante no debe sentirse inferior o avergonzado, pero, tampoco, debe presumir después de unos cuantos éxitos, que él sabe todo e ignorar la sabiduría de la experiencia. El deporte de los gallos tiene muchos aspectos; muchos de ellos aún no se han investigado. Ninguno de nosotros ha adquirido la suficiente experiencia para saber todas las respuestas. Obviamente el principiante no ha descubierto todas.
El principiante de hoy tiene muchas ventajas sobre el principiante de ayer. Por ejemplo, hace apenas 50 años era prácticamente imposible que alguien, y menos un principiante, consiguiera aves de alta categoría. En aquellos tiempos todas las aves, realmente finas, pertenecían a unos pocos criadores que no se separarían de ellas por nada del mundo. Me acuerdo de uno de estos criadores que decía que él mataría a cualquier hombre que intentara robar una de sus gallinas. Para probarlo él tenía una escopeta cargada parada cerca de su puerta. Estos hombres ni siquiera hablaban con un principiante. No les dirían nada, ni mucho menos permitirles llevarse alguna de sus aves. Llegaron a extremos: cruzaban algunas de sus aves con aves corrientes o defectuosas y regalaban los hijos con la intención de arruinar a la oposición, ya sea de principiantes o veteranos. Tales prácticas existieron en todo el nivel de galleros, desde el campeón local hasta los líderes conocidos nacionalmente. Además, ellos protegieron su monopolio al crear un código falso de ética de que era “inmoral” vender aves de pela; les llamaron “Buhoneros de pollos” a los que lo hacían. ¡Una grosería! Poner un anuncio de venta de aves realmente finas fue impensable, ya que esto infería que las aves en venta eran falsas o sobrantes, lo cual, desafortunadamente, muchas veces era cierto. Como consecuencia, era casi imposible en aquellos tiempos que un principiante consiguiera aves, para comenzar, que tuvieran real mérito inherente.
Afortunadamente, hoy en día la situación es distinta. Hay una diversidad amplia de aves de alta calidad en manos de muchos criadores capaces. La disponibilidad y la distribución es extensa. Se han destruido las consideraciones morales y éticas, lo cual es correcto para el mejor desarrollo del deporte. El principiante, por lo menos, tiene la oportunidad de comenzar con aves buenas. Por supuesto todavía existe la misma cantidad de farsantes, quizás más, con nombres que suenan bravos y afirmaciones ficticias, pero el principiante debe aprender a distinguir entre ellas y las verdaderas. Esto es cierto en todos los aspectos de la vida, y con casi cualquier otra cosa, Pero el hecho es que hoy hay aves de verdadero mérito, disponibles para los principiantes, y hace 50 años no las había.
Una segunda ventaja que posee el principiante de hoy es en el área de las reglas. Nunca fueron hechas por escrito. Existieron solamente en la cabeza o memoria del árbitro y él tenía la última palabra. No había a quién más recurrir. Sin faltar, la desición era a favor del veterano local y el principiante no tenía ni una oportunidad. Las reglas que existían estaban mal formuladas, extremadamente incompletas y diseñadas para fomentar las trampas. En aquellos tiempos se ganaban más peleas por el soltador que por el gallo. El principiante no podía ganar nunca.
Afortunadamente, hace más de 40 años Henry Wortham formuló una lista de reglas que eran específicas y completas. Ahora, el principiante tiene posibilidades de ganar, y más frecuentemente que antes el gallo gana la pelea y no el que maneja el gallo. Otra ventaja de hoy en día se encuentra en nuestras publicaciones del deporte de los gallos, o por lo menos en las revistas “Gamecok y Pie de Cría”. El principiante de hoy no puede imaginar la diferencia entre las revistas actuales y las de hace 40 ó 50 años.
En aquellos años la mayoría de las publicaciones consistían en reportar peleas o controversias. Peleas por las reglas, peleas por las decisiones del árbitro, controversias acerca de la superioridad de los Bluesde Smith sobre las Roundhead de Allen. Nada de eso, sin considerar su atracción por el público, contribuía al desarrollo del principiante. Por alguna razón, nunca me pude interesar por el argumento de la decisión de un árbitro en una apuesta de dos dólares. Sin embargo, esto fue el contenido de la mayoría del material impreso. Actualmente, en las publicaciones un principiante recibe mucha información para su mejoría en varias áreas, y por numerosos escritores. Ël no sabe la suerte que tiene. Una gran parte del medio masivo de hoy se dedica a influenciar las opiniones de sus lectores en vez de darles información. Afortunadamente, Gamecok y Pie de Cría tratan de informar y ayudar al principiante, en vez de influenciarlo o decepcionarlo. Otra ventaja para el principiante de hoy se encuentra en el proceso de acondicionamiento de un gallo para la pelea. Durante siglos, este tema ha sufrido cambios tan extremos como la distancia entre los polos. Las pr´cticas de hace 100 ó 200 años, actualmente nos parecen ridículas. Los métodos de los orientales de tiempos antiguos parecen absurdos y llenos de vudú y supersticiones. Afortunadamente, hoy en día mucho de esta falsedad ha sido abandonada y los misterios han sido enterrados, como lo merecen. Hace unos cuarenta años los entrenadores de los departes americanos instituyeron clínicas en donde expertos renombrados revelaron sus técnicas a todos los demás entrenadores. El resultado fue que la calidad del juego a todo nivel, desde la primaria hasta el nivel profesional, ha mejorado más de lo que podían imaginar.
Es lo mismo con el acondicionamiento del gallo de pelea. Mientras que en el pasado estos secretos fueron guardados celosamente, hoy están disponibles a todo gallero. La mística y el misterio han sido destruidos y aunque ciertas prácticas son superiores a otras, mucho de la falsedad ha sido develada y el principiante de hoy no necesita sentirse inferior a su oponente más experimentado. En general, el principiante de hoy en día tiene muchas ventajas sobre el de los tiempos pasados, y puede anticipar un futuro con más esperanza de éxito.


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